viernes, 30 de octubre de 2009

El camino


La simpleza de la niñez




Decisiones empiezan a brotar como producto de
la primavera que va dejando huellas en el corazón,
afirmaciones mentales que planean futuros,
el año se termina - al fin - y resurgen los planes,
con un soplido de postividad y esperanza,
de esa que se carecia tanto.
El vientito veraniego se hace notar desde lo alto
de mi magnolia, aquella que fue luz de tantos
momentos el año pasado, aquella que hoy es mi
refugio entre tanta humanidad, con su verde que
apenas deja entrar algunas pequeñas raices de
ese celeste cielo.
Este año fue pura transición, demolición de las
viejas creencias, crisis constante y un pequeño
ventanal del ser que quiero y ansio, impresiona
la telaraña que nos va tejiendo el destino y
poco a poco sigue su tejido hacia rumbos
impensados, impresiona también los nubulosos
cambios que surgen en la vida y en mi persona,
creo que todo conduce hacia un camino mas
limpio, con menos ventosas y con un sol radiante
como guía.
De a poquito reconstruyendome, sacando afuera
lo que me hace mal, cambiando lo que tanto me
cuesta, creyendo en mi soledad y en mi para mi,
sin mas.
Rellenando mi otra mitad de mi verdad,
siendo lo que soy, armando mi ser, mi hogar,
mi escondite, mi expresión...
De a poquito tejiendo a ritmo de tortuga
este pedazo de vida que me acoge...

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